Tenemos en las manos un libro delicioso que comienza de la siguiente manera: “Esta es la historia de un burro triste, gris y enmarañado que vivía al pie de un sauce llorón. Y cuando lloraba el sauce, lloraba el burro”. Me encanta esa imagen de la tristeza compartida, y la gracia del juego de palabras, sencillo y contundente.
Pero un día el burro, harto de tanta pena, decide marchar. Y este es el verdadero inicio del relato, una aventura que contiene muchos niveles arropados por una trama sencilla: nada más comenzar, el burro se encuentra con una ratita a la que intenta agradar disfrazándose de una y mil maneras, hasta que descubre que hay algo en su comportamiento que no funciona bien (por culpa de un maléfico y hechizador lazo rojo) y decide actuar para ayudarle… El texto tiene una gracia irresistible, y un buen ejemplo es el momento en que el burro se disfraza de hormiga, ¡inolvidable!
Pero también es una historia iniciática que habla de transformaciones, de abandonar la rutina y lanzarse a la aventura, de descubrir el mundo y a sí mismo, de encantamientos, de animales y sus atributos, de cómo nacen las leyendas, ¡del héroe Burro y sus hazañas!
Las ilustraciones de Luciano Lozano son frescas, bonitas y con cierto toque de humor en detalles que hay que observar con mucho cuidado, además de que interpreta el texto de una manera exquisita.
No queda más que invitaros a leer “el origen”, para saber la razón por la cual “…cuando la cosa rebuzna mal, miramos hacia el horizonte esperando a que [Burro] aparezca”.